Ahora con el escándalo éste alrededor de Carmen Aristegui, muchos se preguntan qué tanto habrá alrededor de el alcoholismo de Felipe Calderón Hinojosa… ¿Realmente importa?, Lincoln averiguó qué whiskey tomaba Ulises Grant y le regaló varias cajas, al Presidente de la Guerra Civil lo que le importaba era que sus generales ganaran batallas.
De Calderón Hinojosa, repito, lo que le dio en la madre al País no fueron sus borracheras. Fue la falta de legitimidad que tuvo al haber llegado producto de un fraude; fueron sus berrinches; fueron las sinecuras y canonjías con las que premió —por no hacer nada— a un pequeño círculo de familiares y amigos; fue su soberbia; fue su mediocridad; fue la riqueza explicable de la que se hizo e hizo que se hicieran militares y políticos —su cuñado cómodo, Hilderbrando, ¡por supuesto!—; fue el protegerse las espaldas auspiciando el triunfo de Peña Nieto; fueron sus cochupos con Televisa, Televisión Azteca y la maestra Elba Esther… En fin: si Felipe Calderón Hinojosa es un borracho, no es ése su único defecto.
Nadiral 